Las fuentes tipográficas son los distintos tipos de letra que utilizan las imprentas. Desde Gutenberg estos tipos se construían con moldes de plomo.
Prácticamente todos los sistemas operativos disponen de una gran variedad de fuentes. En el caso de Windows estas fuentes se almacenan en una carpeta C: - Windows - Fonts.
Al visualizar una fuente nos aparece una frase que contiene todos los símbolos que se usan en castellano, "El veloz murciélago...". Si la fuente fuera en inglés no aparecerían ni acentos, ni diéresis ni la ñ (de hecho en muchas aplicaciones los acentos y las eñes ocupan hasta 5 caracteres.
Existen muchas páginas en Internet con fuentes de prácticamente cualquier tema. Para instalarlas en el ordenador basta con descargar el archivo, descomprimirlo si es necesario, y pegarlo en la carpeta C: -- Windows -- Fonts.
Como curiosidad es posible crear nuestra propia fuente escribiendo sobre plantillas prediseñadas y escaneandolas.
En
Yourfonts podemos descargar una plantilla para crear una fuente con nuestra propia letra. Una vez dibujada se escanea, se sube a la aplicación y nos deja descargar la fuente para usarla.